¿QUÉ PASA CUANDO UN SEMINARISTA SE ENAMORA?
12:58:00
ENTREVISTA
P. KEVIN FLAHERTY SJ
Cuzco 17 de Marzo del 2018
Es Sacerdote jesuita.
Doctor en Ciencias Sociales. Master en Consejería. Fue Superior of the Jesuit Frist Studies Program at Loyola
University. Psicólogo y Psicoterapeuta
especializado en Psicologia Pastoral. Acompañó el retiro anual 2018 de los seminaristas del Seminario San
Antonio Abad del Cusco. Pero una de sus mayores alegrías es haber
acompañado al pueblo de Dios del Agustino- Lima.
Por:
Mijaíl Enríquez - SAAAC
Tuvimos
un retiro de cinco días, que son una adaptación
de los ejercicios de San Ignacio.
Cuando
empezamos, vimos cómo nos encontramos frente a Dios, donde nos ubicamos en el
mundo, entendiendo que somos amados y llamados a vivir en relación con Dios y
con los demás.
Tambien hemos visto la realidad del pecado,
como la negación de Dios y su voluntad a la vida plena. Realidad vista desde el
perdón y la misericordia de Dios.
Siguiendo
este procesos hemos tenido un tiempo para contemplar a un Jesús compasivo, Jesús
maestro de quien debemos aprender a configurar nuestra vida.
Vimos
tambien como podemos crecer “Evangelizando
nuestra afectividad”, por medio del conocimiento de uno mismo, por medio de
un proceso que abarca el Aceptar (nuestra
realidad) – Nombrar (nuestros Jerusalenes
y babilonias) – Domar que es una
forma de decir a la “conversión progresiva” de nuestra propia vida afectiva.
«Estamos llamados a ser hombres que amen a Dios y a su pueblo»
Fuimos
terminando con la vivencia de la pasión, muerte y resurrección, (Misterio
Pascual). En el que estamos invitados a experimentar
la resurrección, la vida plena ahora en nuestra vida, esa alegría que el Señor
nos da “Shalom” es don y tarea, es decir, recibimos de Dios y estamos llamados
a compartir con los demás.
[Muchas
gracias Padre por el Resumen]
En muchos seminarios incluyendo este, pocas son las proyecciones
que se tiene por ahora, hacia la parte afectiva, psicológica. En un artículo suyo (y le pediría por favor
que siga escribiendo [risas]) menciona que el ministerio sacerdotal y el trabajo pastoral
exige la habilidad de saberse relacionar con los demás. Quizás en el Cusco nos
falta trabajar esta habilidad, en muchos casos como mencionó en el retiro; es
el pueblo de Dios que soporta al pastor, y no al revés; como debería ser. ¿Qué opinión
tiene?
Yo
creo que debemos tener más en cuenta los
documentos de la Iglesia sobre formación del clero; señalan que la primera dimensión es la humana,
eso significa preparar personas, para ser personas maduras; que se acepten a sí
mismo, que tengan una autoestima, que confíen en el Señor y en los demás.
El sacerdote
tiene que trabajar su vida, tiene que aprender
a relacionarse con los demás, aprendiendo abrirse, a sanar sus propias heridas.
Ud. habla de la aceptación de uno mismo, como un proceso de liberación
y gracia. Propone un medio: el de la humildad y cierta dosis de buen humor,
pero que pasa cuando nos encontramos con personas (sacerdotes, religiosas, etc)
con cierta soberbia y que han perdido el
sentido del humor, y que al parecer nos hemos “acostumbrado” a ver personas así.
Lo
primero es tratar de no juzgar, yo he encontrado personas con caras largas que
cuando hablas son muy agradables [risas]
Por otra
parte recuerdo lo que le Papa Francisco dijo en Trujillo. ¡Que tristeza es ver un seminarista o sacerdote amargo, que no
tiene alegría en su vida!
La aceptación
comienza en verse amado primero por Dios.
Considero que la soberbia es una coraza de
autodefensa, como una careta. Es una forma de verse superior a los demás, y eso
distancia; crea cierta dominación o
temor, la gente no quiere hablar.
Otra
cosa es la autoridad de Jesús, nuestra autoridad debe nacer de nuestra fe, de
la autenticidad y del testimonio.
«Es el
pueblo que siente la cercanía del sacerdote y por lo tanto le da autoridad».
Si no
sabes cómo relacionarte sanamente terminas aislado, pisando la tristeza.
Ud. habla del celibato no como un hecho, sino como un proceso,
que tenemos que aprender. ¿Qué pasa si en este proceso uno ya sea semanista o sacerdote se enamora?
El celibato,
y en sí toda la afectividad, no es solamente una renuncia de una vida genital,
no podemos renunciar la sexualidad, es una dimensión nuestra; por ello es una
llamada y gracia la vivencia del celibato.
Considero
que tiene dos dimensiones:
-
Una dimensión es la relación
con el Señor, tenemos que vivir nuestra vida en relación con el Señor, mantener
la oración, la reflexión y el dialogo con él.
-
La segunda dimensión es
la entrega en el servicio, la libertad para servir.
Diríamos de un proceso integral.
Sí, es
un proceso y una manera de vivir, es como cuando uno se casa no dice: ¡Ah, ya
se todo sobre el matrimonio! Uno aprende.
Nosotros
a veces pensamos el celibato como algo mágico,
en vez de pensar que el Señor nos da una gracia, que tenemos que APRENDER a vivir el celibato, eso incluye, aprender a
conocernos, a trabajar nuestra afectividad, incluso a reconocer cuáles son
nuestros límites profesionales.
¿Qué clase de límites?
Son límites
que guían al sacerdote en su conducta, similar al de un médico que tiene límites
y normas de cómo atender a un paciente.
¿Sobre el enamoramiento?
Muchas
veces la primera etapa del enamoramiento es el encaprichamiento, es casi como un hechizamiento, ante esto uno tiene que tomar distancia y es
muy importante tener un acompañamiento espiritual, ir madurando en nuestras
decisiones, para considerar que el enamoramiento no avanza ya sea seminarista o
sacerdote.
Fin
FRASES MOTIVANTES:
“Somos pecadores llamados a ser compañeros y
amigos de Jesús”
“Creer
es aceptar el perdón y ofrecer el perdón a otro”
“Cuando
guardamos una herida, seguimos sufriendo es herida; y el resentimiento es
seguir sintiendo una y otra vez esa herida”
“El perdón
no es mágico”
“Tú eres bueno, pero puedes hacer el mal como
cualquier otro ser humano, pero eres bueno”
“Aceptemos nuestras heridas para
vivir en la resurrección”
“El Señor no quiere siervos ni
esclavos sino amigos”
“Si queremos al Señor debemos
ayudar a los pobres, no es política sino espiritualidad”
“Si quieres llegar a Dios, mira la
Cruz, debes tener los pies bien clavados en la tierra y los brazos extendidos a
los demás”
“En el fondo, la amistad no es
otra cosa que el anuncio de la caridad”
0 comentarios