APROXIMACIÓN AL «TIEMPO» EN SAN AGUSTÍN.
Por: Mijail Enriquez -Cusco
«Dame
Señor castidad, pero no ahora» repetía
constantemente el joven Agustín. Es una de las frases que más me agrada y
cuestiona al mismo tiempo, y considero que justamente allí alcanza su valor.
Hoy en toda la
Iglesia con- memoramos a San Agustín de Hipona. Que el 28 de Agosto de 430 dio su último suspiró y experimentó el «tiempo»
para que luego pase a la «eternidad»
No escribiré sobre
su vida, mucho menos de la castidad, que es toda una aventura con pequeñas
dosis de desenfreno. Pero si de un tema que «durante» toda mi vida me causará
in-tranquilidad: «El Tiempo» - (Libro undécimo de las Confesiones)
Si alguien te
dedica su tiempo, te dedica lo mejor que tiene, porque ya no volverá, y si
alguien te dice “! no tengo tiempo¡” es simple, no eres su prioridad…
¿Qué es el tiempo?
Pregunta que quizá no tenga respuesta.
San Agustín, que
tenía calle, respondió: «SI ME LO PREGUNTAS, NO LO SÉ; SI NO ME LO PREGUNTAS LO
SÉ MUY BIEN»
Aunque no tengamos
una respuesta única y absoluta que quite a las demás respuestas de la
reflexión, con San Agustín nos aproximaremos a esta realidad que incluso nos
define: “Somos tiempo- temporalidad” (M. Heidegger) a la luz de la fe y la
razón, binomio necesario para Agustín que permite el acceso a la verdad.
Agustín acepta que
el tiempo es duración, pero no sabe
duración de que ni acepta que esta se identifique con un «movimiento espacial»
(Aristóteles).
Pero el tiempo no
está dentro de nosotros. Sí, en cambio, la percepción temporal, la «duración»:
es tiempo vivido, no calculado. El tiempo vivido pasa de forma lenta o rápida. No
existe razón para considerar que son solo los movimientos de los astros los que
determinan el tiempo y no cualquier otro movimiento, natural o artificial. «El
tiempo de los relojes y del calendario es tiempo mesurado» (Bergson)
Para esclarecer la
cuestión del tiempo, Agustín empieza por el principio, debe hacer comprensible
el mecanismo que permite pasar de la ausencia total de temporalidad al tiempo. Concluirá
que no hay tiempo antes de la creación.
El problema podría
concretarse en la siguiente pregunta: « ¿Y qué hacía Dios antes de la
creación?».
Nada, el «antes»
carece de valor y significado. O en palabras del cachocito de S. Agustín “Creaba un infierno para lo que hagan esa pregunta”
Dios crea mediante
la palabra. Pero ¿en qué tiempo hubiera podido pronunciar sus palabras
creadoras antes de crear el tiempo que las pudiera sostener? Porque es obvio
que la palabra es un fenómeno temporal. En la eternidad es imposible pronunciar
palabras porque una palabra implica por definición un discurrir del tiempo, un
proceso de aparición y desaparición sucesiva de unos determinados sonidos y
sílabas.
¿En qué tiempo, por
lo tanto, Dios habría pronunciado su palabra creadora antes de haber creado el
tiempo?
La palabra creadora
de Dios no puede ser temporal, no puede tener nada que ver con nuestra forma
habitual de hablar, necesariamente sujeta al tiempo, sino que debe ser
interpretada como una suerte de palabra
no dicha en términos humanos pero contenida eternamente en el Verbo de Dios
que se encarna en la historia para hacer llegar su palabra a los oídos
terrenales y temporales de sus criaturas.
El tiempo es el
transcurso de un pasado, presente y futuro; pero el pasado «Ya no es» el
Presente «es, pero ya pasó» el futuro
«aun no es», San Agustín valora el pasado en cuanto es “presente del pasado”
(Memoria) “presente del presente” (Relación directa) y “presente del futuro”
(Expectación). Agustín llega a la conclusión de que la sede del tiempo y de su
duración es el espíritu. Es en el espíritu que se hace efectiva la sensación de
duración (larga o corta), de discurrir del tiempo, y es en el espíritu donde se
mide y compara la duración del tiempo.
«La duración tiene
lugar en nuestro interior y es fruto de la capacidad para prever, ver y
recordar los hechos del futuro, presente y pasado.»
Conclusión:
- El tiempo pasa «duración» (Hay un
principio y un final) (lineal e histórico).
- La sede del tiempo y de su duración
es el espíritu (Memoria- Expectación).
Y « creo que la
felicidad está en ese poquito tiempo que uno logra para gastarlo en aquéllas
cosas que a uno le gusta, en ese momento eres libre, por lo tanto eres feliz »
(Pepe Mujica)
¿Cuánto tiempo
(vida) te cuesta tu sueldo? ¿Qué haces con el don de tu tiempo?
Recomendaciones:
- - “La
historia del tiempo” de Stephen Hawkins. (Ciencia)
- - “El
concepto del Tiempo” de Martin Heidegger; “(Dar) el Tiempo” de Jacques
Derrida (Filosofía)
- - "La
máquina del tiempo de H. G Wells" (Literatura)
- - Teología
del tiempo de José Granados (Teología)
- - In
Time (Película)
- -
TIME (Pink Floyd).1973
y EL TIEMPO PASA- Mercedes Sosa (Canciones)
Bibliografía:
- - S.
Agustín, Confesiones, Edit. BAC.
- - Oriol
Ponsatí-Murlá, «San Agustín» Tanto la fe como la razón conducen a la misma
verdad: Dios, EDITEC. 2015
- -E.
A. Dal Maschio, San Agustín El Doctor de la Gracia contra el Mal, Batiscafo, S.
L, 2015