SIEMPRE MEDIADORES, NUNCA IN-MEDIADORES
Por: Mijaíl Enriquez
«Mucha gente cree que los mejores mediadores son
los que mejor hablan, pero los mejores mediadores son los que mejor escuchan»
(Parafraseando a William Ury)
¿Qué pasaría si Fuerabamba o Colquemarca
pertenecería a tu distrito o parroquia? Más allá de estar alegre por la
regalías que puedas tener, ¿Cómo reaccionarias ante el conflicto?
Espero que estos dos lugares no te resulten
desconocidos, pues allí está la
re-novada problemática del caso las Bambas, zona de extracción minera de cobre,
zinc, oro. Muchos ciudadanos infieren
que el problema es ambiental, algunos reducen al ámbito de interés
económico, y desde luego a la ambición, extorción y cierto aprovechamiento
camuflado, por parte de los asesores de las comunidades, y por parte de la
minera.
Cuando se firmó el acuerdo del Estado con Xstrata (2004-
Suizo) se llegó a acuerdos que la población
conocía y aceptó, entre ellos el «mineroducto» luego por normas y reglas
de monopolio se traspasa a la empresa Glencore (2013), y luego a Minerals and
Metals Group (MMG- China- 2014) que vio algunos acuerdos difíciles de cumplir
porque no tenían los recursos con los que contaban Xstrata, en caso concreto el
«mineroducto».
En el 2015 sabemos que hubo un paro en
Challhuahuacho que dejó 4 muertos y muchos heridos, y el 2016 del mismo modo,
por malentendidos, un campesino falleció.
Queda claro que aquí el problema no es ambiental,
la problemática subyace en la exigencia de pago por el uso de una trocha de aprox. 8km en un terreno
permutado en Colquemarca/ Chumbivilcas/ Cusco, perteneciente a la comunidad de
Fuerabamba.
Este tramo por donde pasan camiones trasportando el
mineral extraído, fue bloqueado (ilegal), aun sabiendo que fue declarada carretera nacional, y
“servidumbre de paso” que significa que uno puede pasar por un predio que “no”
te pertenece para llegar a uno que “si” te pertenece.
Los poblares sustentan que ese territorio es
propiedad privada, y no hay expediente para designar esa carretera como «nacional».
Raúl Molina (PCM) afirma que hay negociaciones que primero hará el estado con
la comunidad (sanear) y luego intervendría la minera. Afirma que «si todo el
terreno seria privado no existiría carreteras».
Todos están de acuerdo que la solución es el
dialogo (dia/ a través, Logos/ palabra= a
través de la palabra) y la
concertación, pero ¿Quiénes deben dialogar?
Existen algunas alternativas[1]:
- Negociación: No hay “terceros”, la
solución se pacta directamente por las partes.
- Conciliación: interviene un tercero,
proporcionando un buen ambiente para dialogar, sin intervenir en el proceso ni
en la toma de decisiones.
- Arbitraje: El “tercero” tiene el poder
de tomar decisiones, y las partes se comprometen en aceptar.
- Mediación: un “tercero” interviene
activamente en todo el proceso, pero la toma de decisión corresponde a las
partes, nunca determina resultados de la disputa. Es un catalizador y
facilitador.
Los directivos y presidentes de las comunidades
campesinas están abiertas al dialogo, pero mantienen discursos casi
caprichosos, diálogo tambien es escuchar, que no esté a favor de algunos no
necesariamente implica que esté en contra de otros. Ahora la minera no tiene un
rostro dialogante, un tiempo está uno y al otro es cambiado, esto genera
«desconfianza». Tiene que haber un rostro fijo, dialogante y plenipotenciario,
al igual que una persona del gobierno-Estado con carácter de pleno poder de
decisión.
Dialogar no es satisfacer caprichos, pero tampoco
es optar por el que más plata nos puede dar. Considero que este es un problema
de dialogo directo y preciso, y por lo tanto un problema de Palabras con
consecuencias, salubres, humanitarias y económicas muy fuertes.
Digo también que el problema es conceptual, porque
muchos pobladores que están alrededor de las bambas, no diferencian el rol del
estado brindar (salud, educación, vivienda, seguridad, etc) y de una empresa
privada (que si está disponible puede ayudar y cooperar en dicha localidad) la
minera no va salvar y asumir el rol del estado como prioridad, ni tampoco va a
satisfacer mañoserías. Lo que es justo es justo, si la minera rompe o incumple
acuerdos pactados, daña la naturaleza y no tiene en consideración a la
población, hay que levantarse y protestar, mientras no pase eso, no podemos
seguir obstaculizando su ejercicio, por el simple hecho de que la plata que les
dieron a algunos, hasta de un millón, se les va terminando.
Desde luego tendrá que haber cierta compensación
económica temporal, mientras dure el saneamiento, todo esto a costo del canon
minero. El pueblo quiere minería responsable, que les digan las cosas claras y
directas, donde tendrá que asumir también lo desfavorable de la situación. Pero
al solucionarse este problema, se ira recreando otro, mientras se va terminando
la plata, y así “unos cuantos” quedrán extorsionar para seguir obteniendo más
ganancias, por lo mismo que la ambición es infinita, el problema de las bambas
«nunca» tendrá solución.
Lo curioso es que ya vamos perdiendo 30 millones,
por conceptos de regalías. Estoy a favor de la Paz, del dialogo fecundo, claro, preciso.
La Conferencia
Episcopal Peruana (CEP) está dispuesta a actuar como
mediador del conflicto en Las Bambas, siempre y cuando se
cumplan con unos requerimientos necesarios para intervenir en el diálogo.
Para nosotros hay
cuatro actores: la mina, el Gobierno, los comuneros y los
grupos de interés. “Por lo menos tiene se tiene que contar con tres de
estos actores, los grupos interés es otro tema.
“Viajaríamos si se dan todos los elementos. No
vamos de parte del Gobierno. Buscamos un
bien y paz social, el bien de las personas y del medio”
La Iglesia siempre ha estado presente en los
momentos más difíciles, somos una Iglesia con rostro peruano y patriótico.
Toda demanda venga de donde venga es válida, pero
mientras se de en el marco del Estado de derecho, se tiene que respetar la
institucionalidad de todos, hay leyes, pactos y convenios, que se deben
respetar, pero no podemos actuar con violencia, hay que sentarnos a dialogar,
con el objetivo de buscar la paz
social, el desarrollo integral de un pueblo, respeto de las personas, de la
naturaleza (Medio ambiente).
Todos tienen que ceder, buscando el bien común, lo
que Papa Francisco llama “Amistad Social” (Christus Vivit n°36, 169,183 )
En ese sentido, detalló que el Gobierno Central se
ha comprometido a levantar el Estado de Emergencia en la zona y los comuneros a
desbloquear la vía a la minera para dar inicio a un diálogo oficial entre ambas
partes.
"Estamos siguiendo una metodología que el Papa
Francisco nos ha enseñado: en la vida y la sociedad hay que escuchar y hay que
discernir que es reflexionar. Hay que escuchar para actuar, pero todo esto con
transparencia. Esta metodología es importante para todos los peruanos. Tenemos
que escuchar a todos y escuchando vamos a entender la problemática"
[1] Conf. GUERRERO, R. Pablo.
“Del choque al encuentro” Rev. Teológica, Sal Terrae, Mayo del 2017. Pág.377-379