Estos últimos días han
sido muy cargados para nuestra sociedad peruana, fuimos espectadores de una “golpiza”
“arrastrada” o “jaloneada” (como si algo cambiara) de una mujer por parte de su
pareja, y muchos seguiremos siendo meros espectadores.
¿Qué
podemos hacer para superar estas diferencias, desde nuestra casa o nuestro
contexto?
Por otra parte, Martha Huatay, cabecilla de Sendero Luminoso, salió en libertad,
sin tener el mínimo arrepentimiento.
Rescato este
suceso, porque vemos apariencias y no las verdaderas intenciones de las
personas, tenemos que estar despiertos, antes de que los atentados que vemos en
Europa se sufran aquí.
Finalmente, mañana
es el censo nacional, y me uniré, por esta vez al sentir del Ministro
Basonbrio, que nos pidió colaboración,
y no buscarle mil pies al gato, esto en referencia a las preguntas por el reconocimiento
de las etnias, u otras distintas.
Y alguno quizá pueda
pensar, y porqué menciono sucesos civiles y hasta políticas, y no del Evangelio
del domingo, pues siguiendo al P.
Eduardo Arens, los Evangelios tienen también una perspectiva sociológica.
Sé que muchos
hablarán, de la famosa frase de Jesús: “Dar al Cesar, lo que es del Cesar y dar a Dios lo que es de Dios”. En este espacio yo partiré de nuestra
realidad socio-política y volveré a ella desde el Evangelio Dominical.
Cómo hablar de la
dignidad del hombre y la mujer, si aún hay realidades que nos dejan con
mucha frustración, todos tenemos la
misma dignidad.
Volvamos a leer la
hermosa expresión de la primera lectura: “Te llamé por tu nombre, te di un título aunque no me conocías. Yo
soy el Señor, y no hay otro…” el Señor nos llama por nuestro nombre, y no solo
eso, nos da un título, que tremendo detalle del Señor, mientras otros “majaderos”
se atreven a golpear y arrastran a su “pareja”.
Por ese detalle del
Señor, cómo no confiar y alabarlo ante todo. Si con los que nos lastiman
seguimos teniendo cariño, cuanto más con el Señor.
Es curioso, que el 60 % de mis amigos, mañana con gran entusiasmo,
(otros quizá no) brindarán un servicio a todo el pueblo peruano.
A ellos, les puedo
decir: Muchas gracias, desde ya, infinitas gracias, y con la 2° lectura puedo
añadir: “les recuerdo en mis oraciones”
Y si no eres
creyente, pero si una persona humana responsable, te invito a que tengas una ética
de mínimos:
-
La persona que te visite tu casa, podría
ser tu hijo, hija, hermana, primo, mejor amigo. “haz lo que te gustaría que
hagan contigo”
¡Trátalo
bien, porque es tu hermano peruano que te visita!
¡Si
eres cristiano, la exigencia es más, es tu prójimo que ha venido a servir!
¡Si
es posible, hazlo pasar, no lo tengas parado (a), considera que ha caminado ya
bastante, incluso desde un día antes!
-
Ofrécele un vaso con refresco, una
fruta, o lo que tú consideres, si no te reciben, no te resientas, hay muchos jóvenes
que no siempre pueden comer todo.
-
No cuestiones las preguntas y ten
paciencia, porque ellos no redactaron las preguntas, quizás ni ellos mismos lleguen a saber a fondo, «no
tienen que saber más que tu» ¡respétalos!
-
Y cuando se vaya, despídele con
gentileza y agradece por su tiempo. Porque seguirá cumpliendo su labor.
Ser amable y
agradecido, no te quitará nada, al contrario esos detalles hablaran de que los
peruanos tenemos detalles fraternos.
NO REPITAN AQUELLA
ANECTODA DE 1940, DONDE HABIAN PUEBLOS QUE ECHARON A LOS EMPADRONADORES A
PEDRADAS, CONVENCIDOS, DE QUE, COMO EN EL PASADO, AL CENSO LE SEGUIRIAN
IMPUESTOS.
¿Podría el gobierno
anular la consulta previa y decir que se eliminó la pobreza, elevar impuestos y
hacer menos inversión en el país?
De todas formas,
mis amigos, tus amigos, que mañana saldrán a censar desde muy temprano no
tienen la culpa de nada.
Si eres un “seguidor de Jesús”, y no solo de su predicación
sino tambien de sus acciones, recuerda la “parábola del buen samaritano” o
Mateo 25, «tuve hambre, sed, estuve en la cárcel, o censando y tú no me acogiste»
Porque estoy seguro
que mañana: “Jesús saldrá a censar”
Y por supuesto, el mensaje
de este este domingo:
“No
mires las apariencias de las personas, intenta adentrarte en ellas, pero antes
busca tu interior, y solo allí darás a cada quien lo que le corresponde”