¿LAS MUJERES PUEDEN FILOSOFAR? FILOGINECOSOFÍA UNA PERSPECTIVA

17:57:00


«FILÓSOFAS UNA HISTORIA  DE LUCHA»

Por: Mijaíl Enríquez -2018



Actualmente mucha gente se deja impresionar por las estadísticas, donde los números han ido remplazando los rostros. Y dentro de estas escalas estadísticas, quizá seas parte del gran porcentaje de personas que cree que la filosofía «aturde»  o en el peor de los casos que «friega».



Bueno si, la filosofía aturde y friega a la vez, porque implica un ejercicio de reflexión, algo que a pocos le agrada hacerlo. Por ello Hanna Arent decía: «los seres humanos necesitan filosofía, y si niegan esta necesidad merecen el nombre de sonámbulos»


Es de conocimiento básico, que filosofía proviene del griego Filos: (amor) y sophia (sabiduría) = amor a la sabiduría, y que jugando con las palabras me quedo con el concepto de= «sabiduría del amor».

La filosofía es un saber muy amplio,  la base para muchas ciencias,  y que en el proceso de resumirla ésta puede quedar deformada, sin embargo el resumen es un mal necesario que está presente en este libro biográfico, además como diría la filósofa Hipatia, la gran filósofa de la antigüedad,  «es mejor hacer algo mal que no hacer nada».

¿Qué hubiera pasado si las mujeres hubieran escrito los libros? « Lo habrían hecho de otra forma» así se responde Christine de Pizan.
Es importante mencionar que la secuencia de filósofas presentadas en el libro: “Filosofas una Historia de Lucha”, responde en gran parte a la propuesta de  Ingeborg Gleichauf, en su libro: «Mujeres filósofas en la historia desde la Antigüedad hasta el siglo XXI», aportando ideas y recursos de contenido personal.

¿Qué me inspiró?

Cuando fui parte de Ñañaykuna, despertó en mí, una chispa adecuada que me impulsaba a contribuir con algo y ponerlo al servicio de los demás. Entonces me pregunté ¿Qué es lo que me gusta hacer y que podría ponerlo a disposición de la organización? Tenía que ser algo relacionado con los fines de la organización.
Y bueno fue así que nació la idea de escribir un libro, de carácter divulgativo, sobre aquellas mujeres (filósofas) que aportaron su pensamiento y que a consecuencia de sociedades patriarcales, no tuvieron mucha presencia, participación e influencia.


Estudié 4 años de filosofía, y en todo ese proceso académico, no encontré mayor participación de mujeres, especialmente en la época (antigua- media- moderna) ¿no hubo filósofas en estos periodos? ¿Qué pasó? ¿Fueron invisibilizadas? Fueron cuestionantes que motivaron la investigación.

¿Cuál es la finalidad?

Considero que la finalidad es múltiple, pero la finalidad esencial es que muchas personas conozcan y re-conozcan que hubo mujeres filósofas que en su tiempo fueron calladas e invisibilizadas, discriminas y hasta despreciadas.

Tiene un fin divulgativo, a diferencia de otros textos filosóficos, llenos de citas y terminología compleja, el libro que escribí es de lectura simple, y espero que amena.

Y el otro fin, es «deconstruir»[1] algunas ideas sobre filosofía, sobre la paridad entre varones y mujeres».

¿Y por qué estoy hablando de filosofas mujeres?  Es un sencillo  tributo filosófico a la vida– pensamiento y obras de todas las filósofas, este tributo es otra de las finalidades esperando que muchos más se sumen, conociendo la historia de lucha de tantas mujeres filosofas, se  impregnen  de su ejemplo;  despertando esa vitalidad que trasmitieron, esa pasión con la que pensaron y vivieron. Solo así tendrán esa fuerza transformadora desde una proyección  que denomino   «Filo–Gineco–Sofía» este último término podría decir que es un neologismo mío, que seguramente tendrá su madurez en posteriores investigaciones.

DESARROLLO:

El concepto de filosofía aun en nuestro tiempo, está distorsionado, permanece oscuro y hasta misterioso, alguno podría preguntarse y ¿para qué sirve? Aristóteles dirá es un saber inútil, pero yo digo no es útil ni inútil es inevitable.

La filosofía es la actividad más natural del hombre, y la actitud filosófica, la más propiamente humana; es decir, en nuestra vida filosofamos muchísimas veces y lo hacemos de la manera más natural que ni nos damos cuenta, aunque a veces aprisionamos esta facultad que tenemos.

Por ello, Hanna Arent (pensadora y politóloga) «sentía una especie de aversión por la filosofía como especialidad  académica y por los filósofos que se presentaban como “pensadores profesionales”… Según su opinión, y recogiendo la tradición filosófica,  cada persona alberga la capacidad de pensar filosóficamente» 

Si uno quisiera adentrarse en el «apasionante» mundo de la filosofía y no morir en el intento, “conviene” adentrarse en la «historia» de la filosofía.



Recuerdo con mucha ilusión la primera novela que leí sobre «Historia de la Filosofía», se trata del “Mundo de Sofía” de Jostein Gaarder, y aunque llevaba el nombre de «Sofía» (mujer) no encontré mayor participación de mujeres en la historia del pensamiento.




¿Es que las mujeres no piensan? ¿No hicieron filosofía? « No es que no hayan existido mujeres que filosofaran. Es que los filósofos han preferido olvidarlas, tal vez después de haberse apropiado de sus ideas»  (Humberto ECO)

Y volvamos con esas preguntas obvias ¿Las mujeres no tienen capacidad reflexiva? ¿No se preguntan por el ser y devenir de las cosas? ¿No filosofan? Eran las  cuestionantes de un iniciado que pronto se encontraría con una gran verdad: «si las hubo pero fueron invisibilidadas, calladas, relegadas y muy discriminadas». ¿Y porque no se conocen a muchas de ellas? Una respuesta sencilla pero contundente es que no tuvieron tiempo ni las posibilidades, que  además de atender y asistir en la educación  de los hijos, encargarse de los quehaceres del hogar; no contaban con las facilidades para sistematizar sus ideas y reflexiones.

A pesar de todas estas circunstancias, el «genio femenino», no fue callado, porque nunca podrá ser callado, y hoy clama con más fuerza,  motivando la transformación de un status normal en un status incongruente, porque no hay mayor poder que aquel que se ha normalizado, dirá Foucault.

Los sociólogos llaman “estatus incongruente” la posición de aquellas personas en las cuales convergen rasgos sociales que muy inusualmente lo hacen, en este concepto cabe muy bien el empoderamiento de las mujeres. En palabras del gran filósofo francés Albert Camus “Hombres o mujeres Rebeldes”

Ciertamente es importante re–conocer que cada filósofa es “hija, hermana o madre” de su tiempo.  Quedando como principio de interpretación: “leer el texto, por su pre–texto y en su con–texto”. Esta aproximación histórica nos lleva a caer en cuenta, que tantas mujeres hicieron verdadera filosofía, y cuyos pensamientos y palabras fueron envueltos en incomprensión, burla,  amargura, y sangre.

La conclusión más determinante de todo este recorrido histórico, presente en este texto consiste y fundamenta que si hubo mujeres filósofas (Antigüedad – hasta nuestros días), que ejercieron aun en contextos hostiles su derecho a pensar críticamente.

Seguir invisibilizando la participación activa de tantas mujeres dentro de la filosofía sería una injusticia totalmente incomprensible.
Ese amor por la sabiduría y reflexión crítica no es monopolio de un género, sino que compete a la misma condición humana, a todas las personas (Fintis, Stein, Arent)

Es tiempo oportuno (Kairos) para comenzar este arduo y fascinante camino de la filosofía desde las perspectivas «marginales», desde aquellas que fueron calladas, invisibilizadas, despreciadas.

Con esta puesta en evidencia de las otras perspectivas marginales (pensadores no occidentales, pensamientos contextuales) y desde luego de las mujeres «Filoginecosofía» no pretendo presentar una nueva «lucha de clases» o «sexos –géneros» sino reflejar aquella apertura existencial donde: «todo puede ser de otra forma» o «interpretado desde otra perspectiva» y donde las propuestas marginales vuelvan a tener importancia; buscando no tanto, conocimientos abstractos sino buscando una vida más digna, igualitaria, justa, con vínculos de esperanza en la fraternidad y la sororidad; y en todo el amor, amor a la filosofía, amor a la vida, amor a la naturaleza, amor a la humanidad y amor al Amor. Y en definitiva, amor a la sabiduría, dejando en claro que «Filosofía lleva el nombre de mujer»






[1] Concepto que acompaña todas mis investigaciones, que consiste en re-leer el texto, la historia, la sociedad desde otras perspectivas, especialmente de aquellas que están al margen, es decir, trayendo al centro lo marginal

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