Si JESUS respondería: "SAPO SERÁS"
8:42:00
Con
gran entusiasmo encendemos la tercera vela de la corona de Adviento, que por
cierto podría ser ROSADA, pues este domingo es conocido como “GAUDETE” o
domingo de la ALEGRÍA.
Y la alegría debe una característica propia del cristiano, a pesar de las
dificultades y problemas que podamos encontrar en nuestro caminar. (Tristeza
individualista, egoísmo sin medida, miedo a perder por miedo, miedo a confiar
en alguien, algún engaño, alguna
traición, alguna perdida ya sea familiar o en el amor, tantas males que nos
podrían quitar la alegría)
¡NO NOS DEJEMOS
ROBAR LA ALEGRÍA!
Las
lecturas del domingo son espectaculares.
Si
uno lee la Sagrada Escritura a la luz de Cristo, encontrará un mensaje esperanzador pues con Jesucristo SIEMPRE NACE Y RENACE LA ALEGRÍA (Papa FRANCISCO, La alegría del evangelio n° 1)
Por
ello el profeta Isaías en la primera
lectura (Is 35,16a-10) proclama el triunfo de Jerusalén, es decir el actuar
de Dios en su pueblo:
“ALEGRENSE…
Fortalezcan
las manos débiles… digan a los cobardes: ¡ANIMO NO TEMAN! (v 3-4)”
El
Dios vengador de Isaías (Antiguo Testamento) viene en el Evangelio (Mateo 11,2-11) con
rostro de misericordia trayendo la salvación con los mismos signos: los ciegos
verán, los sordos oirán, los mudos hablaran… nadie queda excluido, todos vuelven a recobrar su dignidad.
En
el pasaje de Mateo, Juan se encuentra en la cárcel por liso, es decir, por no callar
las injusticias de su tiempo, en caso concreto por decirle en la cara a Herodes
que no le era licito tener la mujer de su hermano Filipo, refiriéndose a
Herodías (Mt 3-4).
¿Cómo habrán
sido las cárceles en el tiempo de Jesús? ¿Jesús habrá visitado alguna de esas
cárceles?
Almenos no hay ningún pasaje que lo confirme, sin embargo Juan menciona al
final de su evangelio que “Jesús hizo otras muchas cosas que no están en
escritas en el biblia… (Conf. Jn 21,25)”
Sin
embargo, Juan el bautista se solidariza con aquellos hombres que están en las cárceles
inocentemente, y es el quien oye y recibe el mensaje de salvación.
Desde
la cárcel había escuchado el mensaje de Jesús, está claro que el mensaje de
Cristo trasciende y traspasa todos los muros. El bautista envía a dos de sus discípulos a preguntarle a
Jesús:
“¿ERES TU QUIEN
TENIA QUE VENIR, O DEBEMOS ESPERAR A OTRO?”
Me
imagino, como lo habrán tomado esos discípulos, con que ánimos habrán ido a
preguntarle a Jesús, a lo mejor ellos mismos estuvieron cuando Jesús se está
haciendo bautizar por Juan, y desde ya
no se habrían quedado tranquilo, pues quien ve a Jesús y más aún, quien
se encuentra con él, no puede quedar como si nada, Jesucristo impacta, motiva,
entusiasma, alegra, conforta, y genera otras provocaciones más.
Yo
creo que poniéndome en su lugar, tendría cierto miedo, realizar tal pregunta. Que
tal y me responde “a ti que te importa”,
o como alguno suele responder “sapo serás”.
Sin
embargo, los discípulos del bautista logran preguntarle y Jesús responde:
“VAYAN Y CUENTENELE A JUAN LO QUE ESTAN OYENDO Y OBSERVANDO, (no es acaso este
el mensaje que hay que llevar).
Los
ciegos, VEN, los cojos ANDAN, los leprosos quedan LIMPIOS, los sordos OYEN, los muertos RESUCITAN, y a los pobres se
les ANUNCIA LA BUENA NOTICIA”
(V.4-5)
Es
decir, la salvación viene PARA TODOS. Son los mismos signos mesiánicos que Isaías
profetizaba siglos más antes…
Aparentemente
no es una respuesta clara, pero tanto Jesús como Juan como buenos judíos son
conocedores de las promesas mesiánicas. Promesas que tienen su cumplimento en
Jesucristo.
¿Cómo habrá
sido el retorno de los discípulos del bautista al llevar esta respuesta?
Pues cuando se fueron, Jesús
habló de Juan el bautista, aquel que fue más que un profeta, aquel mensajero
que preparó el camino.
Y
¿dónde está la alegría en este pasaje
evangélico?, pues en la respuesta de Jesús, que mayor alegría le provocará
a un ciego poder ver, distinguir los colores, ver el cielo, las nubes, las
plantas, la luz, o aun leproso quedar limpio, es decir aquel que era apestado
para otros, recobra su dignidad, es aceptado.
Mi
pregunta es ¿y que paso como el mudo que
vuelve hablar en Isaías, que ya no se menciona en Mateo, y así mismo los
leprosos y muertos que quedan limpios o resucitan que se menciona en Mateo y no
en Isaías? En palabras simples, DIOS RESPONDE A LAS NECESIDADES DE CADA
TIEMPO, no se olviden, nuestro Dios es un Dios del hoy.
Pero alguien me
dijo “como estar alegres, si en mi casa no me llevo bien con mis padres
porque paran peleando, y otras veces no me aguantan, está terminando el año y
he jalado dos cursos, termine con mi flaca, y ahora tengo que pagar una
curación porque le rompí el tabique a una persona” realidad desanimante que
puede complicarse y reflejarse en otras
vidas, por tanto, entre lo IDEAL y la REALIDAD, se provoca una tensión, y
aparentemente el mensaje cae en saco roto, pero no.
Es
allí donde el mensaje viene a calar con fuerza, ¿crees que eres feliz porque
estas sin problemas? Como te alegrarías al ver los colores, si nunca estuviste
ciego, o como te alegrarías al hablar si nunca estuviste mudo.
Si
hay pecado, hay que tocar la herida, hay que sanarla, hay que hacer algo (entre
ellos recurrir al sacramento de la RECONCILIACIÓN-CONFESIÓN),
pero nunca rendirnos, mucho menos perder la alegría, pues Jesucristo “NOS
PERMITE LEVANTAR LA CABEZA Y VOLVER A EMPEZAR, CON UNA TERNURA QUE NUNCA NOS DESILUSIONA Y QUE SIEMPRE PUEDE DEVOLVERNOS LA ALEGRÍA” (EG 3°)
Por
ello dirá el evangelio: “dichoso aquel que no se sienta defraudado por mi (v
11,6)”
Otros
te podrán engañar, traicionar, matar tus esperanzas, quitarte la alegría, pero
Jesucristo nunca, él es fuente de alegría y gozo, el amigo que siempre está
allí, con el que podemos decir:
“ADIÓS, PENAS Y SUSPIROS”
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