ENTRE EL AMOR CONCRETO Y EL AMOR LIQUIDO

12:39:00

“ POR LOS SENDEROS DEL ESPIRITU”
Desde hace un tiempo muchos me reclamaban que pusiera el “texto” del evangelio, para que pudieran comprender mejor, aquí les dejo el texto del evangelio de este Domingo VI del tiempo de Pascua, tiempo de alegría y full motivación.

Evangelio de San Juan (14,15-21)

15 Si me aman, cumplirán mis mandamientos; 16 y yo pediré al Padre y él les dará otro Paráclito, para que esté con ustedes para siempre, 17 el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero ustedes le conocen, porque mora con ustedes y estará en ustedes. 18 No los dejaré huérfanos: volveré a ustedes.
19 Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán. 20 Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes en mí y yo en ustedes. 21 El que tiene mis mandamientos y los cumple, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él».

Estas palabras son parte de la despedida de Jesús (Testamento), y cuando uno se va algún lugar intentará dejar en claro sus últimas palabras, quedrá ser recordado y por lo tanto se esforzará por hacer las cosas bien.
¿Qué es lo que Jesús quiere que tengamos siempre presente antes de su partida? ¿Cómo resumir en pocas palabras su doctrina? Cuándo nos llegue la hora de morir ¿alguien se acordará de nosotros? ¿Cómo lo hará? ¿Qué podrá decir?

Jesús da a conocer las exigencias del amor, «si me aman, cumplirán mis mandatos v. 15» no se trata específicamente del amor, sino de cumplir (guardar) los mandamientos de Jesús. Este cumplimiento no se “reduce” a normas morales, sino es todo un estilo de vida, que tiene como centro el “amar” a todos, a los que se dejan y a los que no también.

Hace unos días una compañera me preguntó:                               - Mijaíl ¿Qué es amar? -
Me di cuenta que nuestra “idea” y nuestra “práctica” del amor va progresando, le respondí desde la literatura, canciones (“el amor es una magia…para variar o la que solía cantar de niño “amar es entregarse, olvidándose de sí, buscando lo que al otro, pueda hacerle feliz… que lindo es vivir, para amar… darse uno mismo, eso es amar”)  filosofía (“máxima expresión de la libertad, [no puedes obligar a que te amen]… un misterio que cuando lo vas conociendo se oculta”)y desde mi experiencia de la esencia del amor  que es “Dios” (1 Jn 4,8)  por lo tanto, todo lo que podía decir era muy poco, considerando la complejidad del tema.

Jesús en “sus últimas palabras” enfatiza este aspecto, hablar del amor es relativamente fácil, lo complicado es amar, por eso siempre les he  dicho a mis niños de catequesis, ser cristiano es difícil, - ¡haber amen a sus enemigos, a esas personas que les han hecho daño, les han causado sufrimiento!¡No sé porque la gente se hace cristiana con tales exigencias!

Este amor, se refleja en las obras… decía un amigo si “dicen que te aman y no te respetan” qué sentido tiene, “no amemos de palabra y con la lengua, sino con obras y de verdad” (1 Juan 3,18)
Amor y verdad, tienen mucho que ver, más no así amor y razón…

Recuerdo una experiencia que tuve en misiones, estuve en una comunidad de Ccorcca (Totora) donde para mi mala suerte la mayoría era “protestante”, nadie quería alojarme en su casa, por la noche tuve que participar en el culto del pastor “muchos creían que yo era un pastor joven”, me pidieron que hable y tuve que continuar la idea del pastor que fue “la parábola del Buen Samaritano” que ciertamente es una de mis favoritas… Después de reflexionar sobre el amor al prójimo, la gente agradeció que los acompañe, aunque algo irónico sucedió después, cuando volvía con los jóvenes que me acompañaron, una canción se desprendía de los parlantes a un volumen atormentante, donde la música se dejaba oír: “el amor se paga con amor, la traición se paga con traición…” un huayno muy interesante que puso en conflicto el mensaje antes transmitido.

Jesús no solo nos deja esta “exigencia del amor” sino que nos promete la presencia y el acompañamiento de un “Paráclito” es decir, de un defensor, abogado, protector, intercesor, que es el “Espíritu Santo”, aunque San Juan lo mencione como el “Espíritu de la Verdad”, esta fiesta pronto la celebraremos en Pentecostés.
Como ultima anécdota, quisiera compartirles que este año conocí un grupo muy alegre, carismático, comprometido, animante “LAES”,  muchos los miran y dicen: “que extraños” como tildan a muchos movimientos carismáticos, sin embargo, trasmiten ánimos (ánima= alma, vida), bailan y oran a su manera, y quieren trasmitir la fuerza del ESPIRITU SANTO, porque este tiempo es: “Tiempo del Espíritu Santo”, no quieren que sea “El gran desconocido”, «a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce v.17».
¿Por qué hay tanta gente aburrida, sin ganas, sin aspiraciones ni motivaciones?
¡Les falta el Espíritu Santo!, Jesús que se llenó del Espíritu Santo (Lc 10,21) nos dejó como nuestro acompañante, no intentemos “enjaularlo”, o cortar su fuerza, debemos ser capaz de adentrarse en los “SENDEROS DEL ESPIRITU” (EG n°45).

El espíritu de la verdad, nos mueve amar, y si estamos desganados, recurramos al Espíritu Santo, para que ponga vida en nuestras almas, y fuego en nuestros sueños, para que amemos con acciones concretas y no liquidas, como  dirá el gran Sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman: «sin humildad y coraje no hay amor… cada vez que uno entra en un territorio inexplorado y sin mapas, y cuando se produce el amor entre dos o más seres humanos, estos se internan inevitablemente en un terreno desconocido» (“amor liquido” Pág. 22) o « el amor implica el impulso de proteger, de nutrir, de dar refugio, y también de acariciar y mimar… Amar significa estar al servicio Pág 25»  no es acaso la misión del Espíritu Santo.

Como ven, por donde vayamos, o por los caminos que escojamos, siempre nos toparemos con el amor, que es una entrega constante, un compromiso por el otro, no es un simple amor liquido que no se compromete y solo busca beneficio personal, el amar es el sentido de la existencia.  Jesús no solo nos dejó un “exigencia del amor” sino que fue coherente hasta el final… 

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