Reconstrucción del país en una Sociedad Liquida

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     RECONSTRUCCIÓN DE LAS RELACIONES PERSONALES 


Es curioso, “presenciar” los dramáticos hechos que sucedieron en la costa de nuestro Perú. Las inundaciones y los huaicos gritan hoy y ahora  verdades que no queremos comprender, como aquella frase: “Dios perdona siempre, el hombre a veces, la naturaleza nunca”.
En medio de esta desgracia hubo otras frases que idealizaron el momento: “la solidaridad es más fuerte que la naturaleza” “#Perú una sola fuerza” poniendo énfasis en esa solidaridad que en muchos casos quedará en palabras.
Para algunos de nosotros, que estamos “instalados” no muy lejanamente de estos sucesos, se trataba  simplemente “noticias”, quizá alguno colaboró con campañas, mientras otros siguieron su vida normal justificándose que “de su ayuda se aprovecharían otros”.



Este colapso de los ríos y las fuertes precipitaciones fluviales, provocaron pequeños pero significativos cambios en la estructura social, económica, política, cultural, ecológica, gastronómica, etc.
¿Nosotros tenemos que ver algo en estos cambios? Desde luego que sí.
Lo importante es mirar para adelante y hacer de la reconstrucción (2018-2019)  un EJE  de crecimiento.
Entonces cabe preguntarnos ¿Qué nos reclama estos hechos para la reflexión?
Se trata de una pregunta muy  amplia, que abarca temas de ecología (cuidado de la casa común), que va desde el botar desperdicios a los ríos, pasando por una falta de “cultura de la prevención” que no se trata de evitar que  llueva mucho, o que pase terremotos sino de reducir su impacto o su riesgo, hasta obras sociales envueltas en corrupción (construcción de puentes-plantas de tratamiento).

¿Qué hubiéramos hechos, si todo esto hubiera pasado en el Cusco?  ¿Estamos preparados? ¿Qué nos da la seguridad que no pasará en nuestra tierra? ¿Qué hacemos para estar “prevenidos” y  situarnos al frente en caso de desastres (como el friaje)? 


Al reflexionar sobre huaicos, lluvias, carencia de agua, y grandes cantidades de agua embotellada adquirida por “algunos”, pensaba en Zygmunt Bauman, (Filósofo, Sociólogo +2017), considerado como el Padre de la modernidad liquida, y precisamente llamaba “tiempo liquido” a la modernidad, donde la “fluidez era la cualidad principal”, en contraposición al tiempo sólido.

Pues los fluidos «se desplazan con facilidad, se derraman, se desbordan, salpican, se vierten… gotean, inundan, a diferencia de los sólidos»[1]
Esta disolución de sólidos, es un reflejo que ha afectado a los «vínculos entre elecciones individuales y los proyectos  y las acciones colectivas» [2]
Vivimos bajo el imperio de la liquidez, de lo que fluye, no hay compromiso y el individualismo exacerbado, configura las relaciones “humanas” (virtuales-inalámbricas[3], convirtiéndolas en precarias, transitorias y pasajeras.


Esta desgracia ocurrida en el interior de nuestro país, más allá de las complicaciones que tendrán que sobrellevar nuestros pueblos afectados, mide el pulso de nuestra SOLIDARIDAD, donde no solo importa la reconstrucción material del País, sino también la reconstrucción de las relaciones personales.

Bauman, hace referencia al miedo de establecer relaciones duraderas, por lo que acciones de solidaridad, alteridad, pueden tener espacio si nos traen beneficio “personal”.

Esta desgracia no es una novedad, pasó hace mucho tiempo atrás con los moche (finales del s.VI- VII a.C) y Lambayeque (1200 a.C), como señala el Arqueólogo Walter Alva [4], estos desastres provocaron el colapso de estas culturas, aunque lo que determinó tales colapsos fue «la incapacidad de sus sistemas de administrativos, de los gestores de Estado, de reaccionar ante estos eventos, los que los hizo desaparecer»[5]
La naturaleza ha puesto sus dedos en las llagas de nuestras relaciones, que se dan entre nosotros y con la naturaleza, refleja cuanto somos solidarios, y el respeto que le damos a naturaleza. 
                  ¡Cuánto tenemos de aprender de nuestros antepasados!







[1] BAUMAN, Zygmunt, Modernidad líquida, Editorial Fondo de Cultura Económica, México DF, 2003. Pág 8
[2]  Ibíd. pág 12
[3] Conf. BAUMAN, Zygmunt, Vida de consumo, Editorial Fondo de Cultura Económica, México DF, 2007 pág 11
[4]  Conf. PLANAS , Enrique. Los Moche y el fenómeno del niño, Luces-Diario el comercio 19/03/ 2017. Pág 2-3
[5] Conf. CASTILLO, B Luis J El fin de los mochicas: ¿fue el Niño o la política? Luces-Diario el comercio 22/03/ 2017. Pág 6-7

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