Año de la Misericordia
14:45:00
LA MISERICORDIA PARA LOS SENTIDOS DEL
CUERPO Y DEL ALMA
¡En este Jubileo, sumérgete en el Océano
de la Misericordia!
Por: Mijaíl Enríquez Huamani .
En la actualidad para
nuestra Iglesia, viene muy bien profundizar y hacer una experiencia personal y
eclesial bajo el principio de la misericordia, este principio tendrá que avivar
y reandar el camino que hasta ahora hemos recorrido, pues considero que el tema
de la misericordia no es una “novedad de Francisco” sino que constituye el
mismo ser y actuar de Dios, también se trata de una experiencia cristiana
vivida desde las primeras comunidades cristianas, y más aún que se encontraba
desde los inicios de la historia de la humanidad “en el principio existía la
misericordia”, es « como si se quisiera
decir que no solo en la historia, sino por toda la eternidad el hombre estará
siempre bajo la mirada misericordiosa del Padre» (MV n°7) pero que en
nuestro tiempo es un « tema
imperdonablemente olvidado»[1],
dentro de las muchas cosas que debemos “agradecer” a Dios una es el gran
impulso renovador que el Pp Francisco nos ofrece invitándonos a mirar a Cristo « Rostro de la misericordia del Padre» (MV
n°1). En este pequeño articulo intentaremos proyectarnos a los elementos que
nos ofrece este Jubileo de la misericordia como son: el Lema y la oración
(principio del ser y actuar) Himno (oído) el Logo (vista).
1.-LEMA
Y LA ORACIÓN DEL JUBILEO: “SINTESIS Y NOVEDAD”
Es bien sabido que el lema
de cualquier programa intenta sintetizar todo aquello que los contenidos
detallan, precisamente la cita tomada de Lc 6,36 logra tal propósito. Es
curioso que muchas traducciones como la que manejo traiga el siguiente texto: “sean
ustedes compasivos, como también su padre es compasivo”[2]
precisamente esta actitud- principio de “compadecerse” fue la novedad
del ser y actuar de Jesucristo
que lo introdujo como sello particular dentro de la historia de la salvación.
Era un nuevo enfoque a su contexto y realidad, pues veía que los judíos estaban
tremendamente imbuidos en el cumplimiento de la ley, como diría el Pp Francisco
en una “perspectiva legalista” (MV n° 20), por lo que en el A.T el principio
del actuar religioso era “Sean santos, pues yo el Señor su Dios, doy santo” (Lv
19,2). Santidad que era entendida como decía el
Prof. José Antonio Pagola Elorza “Separación de lo impuro”, lo cual de
todas maneras generaba una sociedad excluyente y descartadora, donde no había
espacio para los paganos, los pecadores, los impuros, leprosos, prostitutas y
mucho menos para los “míseros o miserables”.
Esta santidad levantaba
muros y no tejía puentes, Jesucristo estuvo en medio de tal situación, lo
percibió y no pudo quedarse “indiferente” y es preciso tener una mirada de
autorreflexión y caer en la cuenta que muchos cristianos hemos perdido la “capacidad
de indignarnos” ante las injusticias, discriminaciones, exclusiones y
resentimientos, parafraseando al Pp Francisco diría ¡no nos dejemos robar la
capacidad de indignarnos! Y
porque Jesucristo no pudo ser indiferente nos regaló hermosas parábolas sobre la
misericordia que aún nos interpela en la actualidad y no solo eso Jesucristo “con
sus gestos y con toda su persona, revela la misericordia de Dios” (MV n°1) añadiría
algo más en Jesucristo “la misericordia se hizo carne”
Esta misericordia no son
solo «sentimientos
suscitados por la experiencia del sufrimiento de otro; no son actitudes
únicamente afectivas, sino también, al mismo tiempo, efectivas, pues buscan
combatir y superar la carencia y el mal»[3]
entonces se resalta un aspecto afectivo (nivel personal) y otro aspecto
(actitudinal-practico) que bien podría comprenderse por un nivel social, es
decir algo concreto, siempre seré partidario de esos dos movimientos
(personal-social) y aunque no logremos erradicar los sufrimientos y las
injusticias por lo menos aminoraremos su impacto.
La oración sigue esa misma
dinámica, pues la misericordia de Dios encarnada por Cristo no intenta convertir
a nadie, Él acompaña, come, libera, asegura y sobre todo redime, no solo libera
de los sufrimientos sino que toma parte de ellos “con-parte”. Tan solo hablar
de una iglesia Samaritana resumiría en gran parte del ser y actuar de nuestra
Iglesia, pero lo que me agrada aún más es que el Pp Francisco ruega primero para que el mundo sea el
rostro visible de Cristo y por lo tanto de la misericordia, por lo que
tendríamos que rescatar ese aspecto humano de la compasión, de la caridad, de la misma humanidad, de la
comprensión, del altruismo, que son rasgos propios del hombre, sin importar las
convicciones o credos, es preciso este llamado a toda la humanidad que muchas
veces ha perdido ese carácter esencial y se ha convertido en in-humana al no
sentir misericordia por las debilidades, el error o la ignorancia.
Y este impulso que propone el Pp Francisco en
los últimos párrafos de la oración, debe ser profundo y constante, pues la
opción por los pobres, la libertad a los prisioneros y la vista a los ciegos
debe ser un caminar sin descanso ni olvido, pues esta opción preferencial no es
una cuestión ideológica sino Cristológica, por ello a mi modo de ver tendríamos
que hablar de una “opción preferencial por Cristo” porque nos ocupamos de los
pobres sin más, sino porque son hijos de Dios y sobre todo reflejaban el rostro
de Cristo, que se manifiesta en los rostros sufrientes, en los necesitados, en
los miserables.
Y como no acudir a mamá María, “Madre de misericordia” de
estas palabras me viene a la memoria lo que Joseph Ratzinger escribe de la
Virgen María, «De María podemos aprender la verdadera compasión, libre de
sentimentalismo alguno, acogiendo el dolor ajeno como sufrimiento propio»[4]
2.-
EL LOGO Y EL HIMNO DEL JUBILEO: “UN ENFOQUE MAS SIMBOLICO”
El logo vendría a estar
compuesto por símbolos que manifiestan realidades aún más elevadas, como el
lenguaje o como el mismo trato con Dios, pues nuestras expresiones humanas de
la realidad de Dios son muy limitadas, pues para ello existe el arte. Y es muy
conocido el adagio “una imagen vale más
que mil palabras” y en este logo verdaderamente lo vale, es una obra
catequética de alto contenido teológico, desde la misma actitud que tiene
Jesucristo (el buen Pastor) que carga al hombre caído, cuando lo vi por primera
vez, si me agrado pero prefería que el hombre este de pie y que Cristo lo ayude
a caminar tomándole de la mano y apoyándola en su hombro, pero luego comprendí
el significado de ser cargado, de ser acudido cuando en algún momento de tu
vida “ya
no puedes más”. Sobre los
colores y las formas se dicho bastante, lo que mí me impacta es esa actitud de
ser cargado, pues el hombre caído (Adán-género humano) siempre estará
necesitado de ayuda, y Dios siempre estará solicito de dárnosla, y es
precisamente el significado del ojo compartido, el hombre en su mirada con Dios
comprende su dignidad, y en la mirada de Dios con el hombre vemos como él toma
parte de los “gozos y esperanzas, de las angustias y tristezas de los hombres
de nuestros días, sobre todo de los pobres y toda clase de afligidos” (GS n° 1)
El himno viene a
ahondar “el sentido de la gratuidad” que
es la consecuencia de sumergirnos no solo en el rio sino en el “océano de la
misericordia”[5]
que nunca podrá agotarse, debo precisar que se trata también de un recuento del
obrar misericordioso de las Personas de la Santísima Trinidad, “pues desde el
mismo corazón de la Trinidad, desde la intimidad profunda del misterio de Dios,
brota y corre sin parar la misericordia”[6] y no solo el himno es Trinitario sino también
bíblico, me atrevo a pensar en un “credo de la misericordia”, pues
sigue una estructura algo parecida a la estructura de nuestro Credo.
[1]
KASPER, Walter. LA MISERICORDIA, Clave del evangelio y de la vida cristiana,
Sal Terre 2012 pág 19
[2]
Ediciones: [La biblia de Estudio, DIOS HABLA HOY, Sociedades bíblicas unidas-
Biblia de Latinoamérica-la Biblia de Jerusalén]
[3] KASPER,
Walter. LA MISERICORDIA, Clave del evangelio y de la vida cristiana, Sal Terre
2012 pág 31
[5] Conf. Pp
FRANCISCO, homilía de la misa de año nuevo del 2016.
0 comentarios