UNA FE REBELDE ¿SERÁ POSIBLE?
18:12:00
Estamos a mediados
de Agosto, fueron días envueltos de festejos (15 de Agosto- la Asunción de la
virgen) pero tambien hubo dolor y preocupación colectiva, pues las
calles de Barcelona se tiñeron de sangre ante un nuevo ataque terrorista.
¿Quiénes
lo hicieron? ¿Cuál fue el motivo?
Lo único cierto es
que muchos murieron, y tal ataque constituye una acción violenta y extremista.
El terrorismo en
general, está marcado por principios ideológicos muy arraigados, cuya finalidad
es conocida como Revolución. (A todo ámbito y nivel)
Todo este
planteamiento aparentemente alejado ¿tiene que ver con el evangelio? Pues yo
considero que sí.
La actitud
revolucionaria siempre ha estado vinculada con la rebeldía, y por lo tanto con el desorden político, social e incluso
religioso. Ya lo hacía notar San Pablo
«Dios ha permitido que todos seamos
rebeldes, para tener misericordia de todos» (Rom 11,32)
Más allá de nuestra
rebeldía, está la misericordia de Dios…
Y el Evangelio de
este domingo estará en sintonía con esta realidad.
(Mt 15,21-28)
En aquel tiempo, 21 saliendo de allí Jesús se retiró hacia la región de
Tiro y de Sidón. 22 En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio,
gritaba diciendo: « ¡Ten piedad
de mí, Señor, hijo de David! Mi hija
vive maltratada por un demonio». 23 Jesús no le respondió nada. Sus discípulos, acercándose, le rogaban:
«Atiéndela [despídela], porque viene
gritando detrás de nosotros». 24 Él
Respondió: «Dios me ha enviado solo a las ovejas perdidas del pueblo de
Israel». 25 Ella, no obstante, vino a
postrarse ante él y le dijo: « ¡Señor, socórreme!». 26 Él respondió: «No está bien tomar el pan de los hijos y
echárselo a los perritos». 27 «Sí, Señor —repuso ella—, pero también los
perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos». 28 Entonces
Jesús le respondió: «Mujer, que grande es tu fe; que te suceda como
deseas». Y desde aquel momento quedó curada su hija.
Pero antes de
releer el evangelio, empecemos a echar paso por la reflexión filosófica. En la historia muchos han
interpretado esta actitud del hombre «La
rebeldía» e incluso después de haber
estudiado este término, considero que no podría sustentarlo como una “actitud
buena” desde un estudio bíblico. Porque el Señor siempre estará “quejándose”
del pueblo incrédulo y rebelde. (Conf. Is 65,2; Rom 10,21)
Sin embargo, el Filósofo Albert Camus (1913-1960), a quien le tengo mucho respeto y estima, dedicó un libro: “El hombre REBELDE”, que es un tratado sobre la rebeldía
profundizando sobre su sentido y sus implicancias.
¿Quién es el hombre rebelde? – Se pregunta-
Un hombre que dice
no. Pero si niega no renuncia: es tambien un hombre que dice sí. Cuando alguien
juzga inaceptable una acción. Porque es consciente que existe un límite.
El hombre es un ser
rebelde, “grito que no creo en nada y que todo es absurdo, pero no puedo dudar
de mi grito y necesito, al menos, creer en mi protesta.
Esta rebeldía nace
del espectáculo de la sinrazón, ente una condición injusta e incomprensible.
En el sentido
etimológico, dirá Camus, el hombre «se
vuelve» caminaba bajo el azote del amo, pero ahora le planta cara. Opone lo
que es preferible a lo que no lo es.
A las palabras del
FILÓSOFO, vienen las imágenes del evangelio. Una mujer «se vuelve» contra
Jesús, le planta cara, no se deja desanimar, y con un gesto amable reconoce su
situación de “inferioridad” y acepta a Jesús como “Señor” con una actitud
sencilla pero firme, le demuestra lo que es preferible a lo que no lo es.
Seguirá exponiendo el FILÓSOFO, «el movimiento
de la rebeldía no es, en su esencia, un movimiento egoísta», y es cierto, por
eso Camus siempre mirará la vida como COMPROMISO CON LOS DEMÁS. Aquella mujer
del evangelio no pedía para ella, pedía para su hija.
«La rebeldía… se
limita a rechazar la humillación, sin pedirla para otros. Acepta hasta el dolor
para sí mismo, con tal que sea respetada su integridad» la hija de aquella
madre, vive maltratada, y será su condición de enfermedad que moverá a su
madre.
Para mí esta mujer
pagana, de la que no sabemos su nombre es en términos de Albert Camus es “una mujer REBELDE” por lo que alcanzará
misericordia.
Y no solo tiene una
fe rebelde, sino tambien atrevida.
Con sinceridad, puedo decir: ¡sé que siente ver a una madre pedir por un
hijo o hija enferma!
¿Cuántos vivimos
angustiados por la preocupación de las enfermedades, o necesidades de aquellas
personas que nos han sido confiadas, sin poder hacer nada?
Aquella mujer
pagana (siro fenicia que probablemente hablaría arameo) no siente vergüenza ni
miedo, se lanza con gritos desesperada
de la situación.
Y Jesús expresa
actitudes y palabras chocantes, más para
nuestro tiempo.
ACTITUD
1.- Jesús no le respondió nada ¿indiferencia?
FRASE 1.- «Dios me ha enviado solo a las
ovejas perdidas del pueblo de Israel».
FRASDE
2.- «No
está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos»
-
Ambas frases, son un lenguaje
metafórico
Sabemos lo que le responde la mujer con una actitud «rebelde» pero no «resentida». Jesús se deja educar, está abierto al dialogo, no se
deja achicar por una cultura de exclusión, se deja enseñar sobre su misión. La
mujer le educa sobre la universalidad.
Jesús ve que la lógica y la actitud de la mujer, es la
lógica de Dios, que no quiere ver sufrir a nadie.
Frente al sufrimiento de otros, siempre habrá una mujer o
un hombre que grite… «se rebele» o como dice el FILOSOFO «Me rebelo, luego existo».
Rebelión no es revolución, porque esta última implica
violencia, la rebelión es una actitud frente a la vida, y la mujer del
evangelio nos lo ha enseñado. Por ello yo diría: ¡Necesitamos una fe rebelde! Para no ser indiferentes ante las
injusticias y aquello que daña la naturaleza del hombre.
Miremos aquella mujer, Jesús le dedicará palabras
animantes. ¡Qué gran fe! Que quede
curada, no quiere que el sufrimiento sea
la última palabra.
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